EL NIÑO LIBRA

     El pequeño Libra parece un ángel rosado y regordete, sacado de las paginas de un libro de cuentos. Con su expresión dulce, y esos gratos rasgos venusinos, tan bien equilibrados, es encantador. Rara vez ocurrirá que, furioso y con la cara congestionada, chille y patale en su cuna, o que aplique a mami un golpe en la nariz mientras ella procura darle el biberón. Cuando sonríe, toda la guardería se ilumina. "¡ Pero, qué encanto de bebé, tan bueno! Tan tranquilo, regordete y lleno de hoyuelos. Seguramente un hada madrina lo bendijo con su mágico beso."
    Fijate si tiene un hoyuelo en el mentón, como la mayoría de bebés de Libra, y piensa lo que solia de decir la abuela: " Mentón con hoyuelo, diablo cojuelo"
     Es posible que sea alguna mañana mientras él está sentado a la mesa, removiendo lentamente con la cuchara un plato primero, después el otro. Los dos se estan enfriando sin que él haya probado bocado ¿No tendrá apetito? Sí, se muere de hambre. ¿Tendrá fiebre? No, está perfectamente. ¿Está enojado por algo? No, de ningún modo. Entonces, ¿por qué sigue ahí inmovil y obstinado, jugando de esa manera con la cuchara y sin probar bocado?
     Porque no acaba de decidirse sobre que plato comerse primero. Y tú aumentaste la confusión al darle un vaso de zumo y una tostada, intentando tentarle. Fue un error. Ahora, será imposible que llegue a decidirse. Mejor que, por hoy, te olvides del desayuno. Y mañana por la mañana, dale una cosa cada vez. Acabas de aprender la lección más importante que hay que saber sobre tu niño Libra: nunca le hagas elegir, pues es incapaz de tomar decisiones.
     Si hay algo que un niño Libra detesta más que tomar una decisión, es tener que tomarla de prisa. No le acoses. Supongamos que aprendió a vestirse solo y, con la emoción de semejante aventura, hace algunas semanas tiene olvidada su indecisión típica. Ahora, vestirse ya es cosa sabida para él. Tú empiezas, ayudándole a ponerse los pantalones, y le alcanzas la camisa, los zapatos y los calcetines. Se queda ahí sentado. "¡Vistete!" Sigue ahí sentado. "¡Date prisa y vistete!".
     En la escena siguiente, tú apareces contándole a alguna amiga lo terco que es tu hijo Libra. No seas injusta. Lo que pasa que tú tratas de hacer que decida de prisa qué calcetín ponerse primero en qué pie. Ya la cosa es de suyo bastante difícil, pero cuando él acababa de decidir que se pondría en el pie derecho el calcetín que tiene en la mano izquierda, tú le gritaste y alteraste su equilibrio; ahora está de nuevo en el punto de partida. ¿ Qué calcetín primero? Ya ves que la culpa es tuya, no de él. ¿Cómo puede tomar una decisión tan importante, si continuamente le gritan y le dan ór
denes?
     Son las cosas que pueden ponerte un poco alterada, especialmente si eres de tipo nervioso, y no serás la única. Algún día, él se habrá enamorado de una muchacha maravillosa, y estarán hablando de matrimonio. De cuando y si. Él se queda ahí sentado. ¿Si? ¿O no? La chica espera, pacientemente. Los rasgos de él tendran la misma expresión perpleja que tienen ahora. Por último: "Jorge, ¿vamos a casarnos?". Sigue sentado. De nuevo: "Jorge, ¿cuando nos casamos?". Pobre chica. El mismo error que cometiste tú con el desayuno. Ahora, él tiene que decidir dos cosas: no sólo si se casan, sino cuándo.
     Pero para eso faltan unos cuantos años. Hoy el problema son los zapatos y los calcetines. Ve hacia donde está y dile con firmeza: "primero vamos a poner este calcetín en este pie". Díselo con suavidad, sin gritos ni tono áspero. De un golpe has superado dos obstáculos: le ayudaste a decidir y creaste una atmósfera agradable. En cinco minutos estará vestido. Si tú le enseñas a decidirse, sin acosarle ni darle prisa, será mejor para la chica también. Para entonces, tu hijo Libra habrá superado su indecisión.
     Los niños Libra cuyos padres han alterado su delicado equilibrio insistiendo constantemente en que se decidan con demasiada rapidez suelen tener de adultos una verdadera neurosis con las elecciones. Sugiérele con suavidad una solución, una y otra vez. Terminará por encontrarle la vuelta, y le habrás ayudado a vencer una de sus mayores dificultades. Muéstrale como se hace. Eso es todo. Aunque pueda parecer obstinado, no hace más que reaccionar según la modalidad típica de Libra ante una interrupción discordante y ante el trauma emocional que significa el hecho de que no se respete su momento de decisión. A él le gustaria conformarte, en serio, pero sólo puede ser eficiente cuando en su mundo hay armonía de sonido, color y pensamiento. La tensión le desquicia. Cuando  los adultos apresurados meten a la fuerza una personalidad joven en un molde que no le corresponde, pueden deformarla para siempre.
     Te será útil tener presentee la razón que explica las vacilaciones de tu hijo. La mente de los niñoss Libra está hecha para buscar la verdad. Son niños y niñas de buen corazón, y deseosos de ser imparciales. A tu pequeño le espanta la idea de cometer un error o equivocarse en un juicio. No quiere herir tus sentimientos, pero su naturaleza le obliga a buscar una respuesta equilibrada antes de decidirse a hacer las cosas de una manera atropellada
     Los tonos chocantes y chillones en su habitación pueden provocar constantes altibajos en su equilibrio emocional. Todos los matices del azul y los tonos pastel le calmarán eficazmente. Ponle música, pero suave, cuando quieras que coma, que se vista o que guarde los juguetes. Si los sonidos y los colores que rodean a un niño Libra son discordantes, sus acciones también lo serán. Verse obligado a ser testigo de cualquier forma de violencia puede hacer que algo muy profundo de él quede destruido para siempre. Los niños Libra necesitan paz, silencio y descanso en grandes dosis.
     Son niños que juegan mucho y durante mucho tiempo, y después deben descansar. El ritmo de libra le exige períodos de actividad seguidos de otros de reposo; es la única forma en que puede mantener su salud emocional y física. Si se le hace sentir culpable por esta característica, entonces, como autodefensa se volverá un holgazán. Cuando veas a un niño Libra sin hacer nada, no le molestes. Su balanza interna pronto se habrá eequilibrado y le veráss listo para la acción. Ahora está volviendo a cargar las baterías.
     Los niños Libra son expertos en ablandar corazones. Tienen una forma de ser tan encantadora, son tan dulces sus zalamerías, y ¿quién podría resistirse a esas sonrisass y esos hoyuelos? Sus modales dulces y cariñosos pueden convertir a sus padres en dos genios benévolos que le conceden hasta el último de sus deseos. La consecuencia es que estos niños pueden llegar a la escuela tan malcriados que son poco menos que imposibles de manejar. Lo que necesitan los niños Libra no es tanto disciplina como estar menos mimados.
     Si se le ha educado con el adecuado equilibrio, el niño típico Libra es una delicia para los maestros. De mentalidad brillante y lógica, les gusta la discusión, y su intensa curiosidad hace de ellos buenos estudiantes. Sin embargo, una vez que aprendan a leer y a manejarse con hechos, tanto padres como maestros se verán enfrentados a discusiones constantes.
     Jamás da resultado decir lisa y llanamente algo a un niño de este signo. Si no le presentas los dos aspectos del problema, pensarán que eres injusto. Y si das preferencia a uno, tu alumno Libra hará una cuestión de honor defender el otro, hasta que te obligue a ser imparcial. Si tu parcialidad es por el blanco, Libra saldrá siempre en defensa del negro, con lo que se puede ganar la reputación de rebelde, aunque nada está más lejos de la verdad. Son niños que obedecerán escrupulosamente las reglas, siempre que esten convencidos de que las reglas no son una estupidez. La balanza debe estar siempre en equilibrio, para que Libra no se sienta incómodamente sacudido; por eso discutirá hasta que tenga la sensación de haber considerado honradamente todas las circunstancias, y de que la balanza de la justicia está armoniosamente nivelada. Los niños y niñas Libra siempre pondrán a prueba el ingenio de padres y maestros, porque hay que saber pensar con mucha lógica para mantenerse a su altura. Lo discutirán todo, desde los titulares de un periódico hasta quién tiene razón o no la tiene en un desacuerdo familiar. A un niño Libra no le gustará oír habladurías de los mayores. Para él una confidencia es sagrada, y también le hará fruncir el ceño ver que se juzga apresuradamente a alguien. Si cree que tú estás eequivocado, tomará partido por el otro, aunque se trate de tu peor enemigo.
     Jamás invadas su intimidad, que él no invadirá la tuya. Haz que las comidas sean placenteras.
     Una bendición con los niños Libra es que, si no se han refugiado en el resentimiento, debido a una torpeza ajena, serán generalmente limpios y pulcros sin que haya que vigilarlos. A la mayoria de ellos les disgusta tanto el desorden que ayudarán de buena gana a mantener pulcra la casa. Como Libra tiene talento musical y artístico, podría ser que tuvierás en la familía un compositor o artista, de manera que encárgate de que no le falten oportunidades para desarrollar su capacidad latente.
      Los adolescentes de ambos sexos tendrán la casa envuelta en una constante nube de romance, y los amores juveniles serán tantos que tendrás la sensación de vivir en una especie de campamento sentimental, pero también eso pasará. Algún dia se casará y constituirá una hermosa familia: tranquila, equilibrada, armoniosa y discutidora.



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